11 oct 2013

The Holders: El Poseedor del Futuro (16/538)


En cualquier ciudad, en cualquier país, ve a una institución mental o centro de reinserción social donde puedas ir por ti mismo. Cuando llegues al escritorio principal, pregunta por visitar a aquel que se hace llamar The Holder of the Future. No sigas al asistente si te ofrece mostrarte el camino; él no es el verdadero guía, y te llevará a la locura. El verdadero guía cae silencioso y te da un pedazo de papel en el cual el camino delante esta dibujado en líneas de sangre y fuego. Camina delante, concentrándote en la escritura. Si tu concentración no ondea, pasarás por un escritorio y te encontrarás con un hombre en un largo y desocupado pasillo. Puede que parezca opulento, lleno de color y promesas, pero las paredes están ahora manchadas y la alfombra negra y sucia.


Como avances por el pasillo imágenes golpearán en ventanas antes no vistas. Puede parecer que viste eso, en la esquina de tu ojo, que veas amigos muertos hace mucho llamarte, o amores perdidos volviéndose jóvenes y una vez más ofreciéndose a sí mismos a ti. Voces que parecen susurrar las ventanas que traen segundas oportunidades, oportunidades de hacer las cosas bien. Puedes escoger de nuevo, dicen ellos, pero no debes mirar más allá del papel en tus manos. Hacerlo es vislumbrar todo más allá de lo que te observa desde afuera, y es ir más allá de la salvación.

Cuentas difieren del final del pasillo, de largo imposible. Algunos dicen que debes continuar caminando hasta que hayas vislumbrado cada uno de tus posibles futuros por las ventanas. Otras implican que el más mínimo tiempo de unión se acerque , el más corto llegará al fin de la jornada al final del pasillo. Si lo último es cierto, todos podrían encontrar su camino tras contar.

Sólo podrás mirar fuera del papel al final del corredor, y quizás nunca hayas visto detrás de ti. La puerta de delante lleva a un baño que, al igual que el pasillo, ha caído de su brillo elegante a suciedad y desesperación. Avanza a la oscuridad hasta que la puerta y toda oportunidad de escapar esté perdida tras de ti.

Camina con cuidado. El Holder te observa ahora.

El camino llevará delante una vez pasando directamente por el centro del salón, pero no ha sido mantenido en muchos años, y el camino esta… inundado. Quizás nunca encuentres el camino si está demasiado inundado, y gastarás el resto de tu innatural vida deseando estar en las tentaciones de las ventanas. Si eres afortunado, encontrarás un punto solitario donde una pequeña luz restante yace lejos, entonces debes cerrar tus ojos y esperar, indiferente de lo que pueda pasar después. Si has complacido al Holder, oirás el ronroneo de un gato, y sentirás un calor pegado girando alrededor a tu pie.

Debes mantener tus ojos cerrados hasta que una voz te pregunte: “¿Que harás con ellos?” tres veces. Responder la primera o segunda vez volverá los ronroneos en gruñidos y el calor se volverá como el toque de miles de garras afiladas punzando tu garganta. Sólo después de la tercera y final podrás abrir tus ojos.
En frente de ti estará una mujer en una cama. Como los cuartos de atrás, ella se verá como si hubiera sido hace mucho tiempo estupendamente bella, y aunque ella esté desnuda en la cama, es nauseabundamente gorda, su piel con marcas de viruela con llagas y carne muerta y flores sifilíticas. Cientos de gatos pegados junto a ella; Eventualmente uno de ellos vendrá expectante a tus pies. Háblale sólo a éste, diciéndole: Haré lo que deba.

Él te enseñará el lenguaje de los gatos, y una vez lo hayas aprendido, los demás te dirán un secreto que nunca fue hecho para oídos humanos. Nunca debes revelarlo hasta que no tengas nada más al mundo para dar: los gatos son criaturas celosas y disfrutan el dolor de aquellos que una vez traicionaron su confianza.


Sus secretos son el Objeto 16 de 538. No hablaré más de ello.

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